domingo, 24 de julio de 2011

Mañana, cuando despierte

Tema: ¿Que ocurriría si supiéramos de antemano la fecha concreta del fin del mundo?
     Autor: Laura Serra



         Una vez más, como tantas noches hice en mi niñez,  cubro mi cabeza con las sábanas. Igual que los asesinos y los monstruos no pueden penetrar mi escudo, voy a estar protegida para cuando mañana ya no haya un mañana. Mi burbuja de tela va a protegerme del impacto, el calor de las llamas no me abrasará. Cerraré los ojos y dormiré y cuando despierte solo estaremos todos los que tuvieron la misma idea y yo. No sé si seremos muchos o pocos, pero tendremos que esforzarnos en construir un nuevo mundo a partir de las cenizas que quedarán de éste. Quizás debería mandar un mensaje a mi familia y amigos… No, esto es una prueba del universo, los débiles perecen y los fuertes sobreviven, o en este caso, los inteligentes.
Les echaré de menos… pero sé que lo superaré. Tendré que hacerlo, por el bien del nuevo mundo, porque los comienzos nunca fueron fáciles y alguien debe saber sobrellevar todo esto. Cuando los supervivientes lloren la pérdida de sus seres queridos, de todas las cosas que existieron, ¿quién les dará consuelo? ¿Quién les dará ánimos? Debo ser yo, ¿quién sino?
Porque todos los niños que ahora están durmiendo asustados bajo las sábanas, necesitarán a alguien que les guíe, que les enseñe a ser fuertes y a no rendirse, porque la tarea va a ser dura. Y tal vez yo sea la única adulta de éste mundo que ha decidido esconderse tras ese muro indestructible de ropa, tal vez no. Quiero pensar que no soy la única cobarde, pero la ventaja de ser así, es la alta probabilidad de supervivencia.
Cuando lleguen las llamas, cuando lo hayan arrasado todo y los niños y cobardes salgamos para ver nuestro nuevo hogar, ¿qué verán nuestros ojos? Solo puedo imaginarme un cielo anaranjado parecido al de un atardecer, pero todo a sus pies de color negro, restos carbonizados de edificios, montañas, coches, plantas, personas… con una suave brisa susurrando “ya ha pasado todo” mientras ondean las cenizas de un lado para otro.
Igual que un bosque cuando es abrasado y tarda años en recuperarse, en volver a tener la tierra fértil, sé que este no va a ser nuestro fin, resurgiremos como el ave fénix.
Mañana, cuando los niños lloren, cuando los cobardes se pregunten si no hubiese sido mejor morir, les diré que saldremos adelante. Somos la semilla que ha quedado enterrada bajo tierra y lucha por salir.
Nada va a ser fácil, pero lo conseguiremos.
Un nuevo mundo, una sociedad nueva, unas reglas nuevas.
Mañana, todo habrá cambiado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario